jueves, agosto 23, 2007

Implacable...

… La extraña sensación que le producía tener una mano más fría que la otra, lo tenia sumergido en profundos pensamientos sin sentido. El extraño sentimiento que se había apoderado de él hace unos días tomaba un giro dramático.
La posición de sus brazos y sus manos juntas le daban la clara forma de alguien que esta orando, no obstante sus ojos perdidos en la duda, transformaban su disposición anacoreta en una postura totalmente conspirativa, como la de alguien que con cautela de fantasma analiza y juzga todo lo que esta viendo. Parecía que su lenta respiración le conferían una tranquilidad infinita, incluso parecía que no ingresaba ni una partícula de aire a sus pulmones.

Su día había estado bien. No había tenido que tragarse la miseria de su soledad como la mayoría de los días de ese mes. Incluso se sentía alguien como todos, con problemas normales y dilemas normales.

A pesar de su hermética apariencia, Shamir, estaba cuestionándose por completo. No podía entender lo inflexible que era. No entendía que siendo alguien que siempre busca distintas alternativas para vivir, estuviera atascado como piedra en un harnero.
El recuerdo de sus amados padres le llego a su memoria y también vino con ese pensamiento, uno de las enseñanzas que mas influirían en él estos días.

- Mis padres me enseñaron que jamás he de escapar. Siempre tengo que enfrentar los problemas hasta las últimas consecuencias. Quedarme en donde estoy y no huir. Y así como una roca, fue forjada mi gran excusa existencial, mi tranquilidad inquisitiva, mi templanza asesina.

Pero Shamir quería escapar… Quería correr y quería llorar… Quería gritar al viento, consolarse en unos brazos casuales y esquivar la culpabilidad ilógica que lo amargaba.

Corrió, sintió esa esperanza instantánea y platónica que anhelan los soñadores, y se lanzo al azar de la vida… y cuando creía que podía volar… sintió en la espalda eso que había olvidado, esa pesada cadena que lo ataba a su lugar, que lo unía a su destino obligado…

Respiro profundo, sabia que mañana ya la pena desaparecería, pero procuro que el dolor en su espalda contínuara allí, para que así, recordara que esta atado y que en su drogada existencia debía encontrar el cuchillo que lo liberará.

Shamir


[Es simple escribir en tercera persona; dedicado hacia el Norte]

4 comentarios:

Mariposa Nocturna dijo...

Algunos te amarran con cariño, pero amarras son amarras.

Sentencias transmitidas, la culpa es un invento ficticio para manejar las masas.

[Caro] dijo...

lo peor es buscar los abrazos casuales como escape....
y es así, lamentablemente estamos cosidos a nuestro destino por
un hilo invisible, que nos ata,
sarcásticamente a las casualidades de la vida....



Besitos Shamir!!! :D


Cuidatee



Caro!! ^^

Unknown dijo...

Las amarras y la culpa son de aquellos mensajes que se transfieren de generación por generación.
Algo conozco, tú eres el creador, esta en tus manos de poeta.
Las cadenas siempre fueron invisibles.
No confundamos el amor con el dolor.

Un abrazo…

Hilsen Victoria.- dijo...

No sabes como entiendo las ganas que haz tenido de escapar y no enfrentar nunca la situación... Vuelas por un tiempo pero el problema te persigue y se vuelve aún peor, un más pesado asta que te mata... Jamás lo olvido, lo malo me persigue y lo bueno simple mente se guarda, como me gustaría tan solo quedarse con lo bueno...

La verdad no entiendo como llegué asta aquí, pero se me hace difícil dejar pasar una lectura que me llegue...

Por mi parte se me hace difícil escribir en tercera persona, pero a ti te sienta.

Disculpa la patudes de realizar este comentario.*